Este mes estuvimos en nuestro hermoso El Salvador, y obviamente estuvimos encantados de abrazar a familiares, amigos y revisitar las plantaciones de cacao de las que luego nacerán nuestros productos de cacao. Tampoco podíamos creer que pudiéramos volver a viajar en 2021. Ya era hora de volver a casa.
A veces JuanRa y yo nos preguntamos si " comercio directo " es exactamente la forma correcta de explicar lo que hacemos, de transmitir los valores y principios de todo lo que hay detrás de VAICACAO, entonces al final siempre terminamos pensando que ese término es reduccionista y que necesitamos encontrar otra manera de identificar mejor nuestro trabajo. Quizás suene mejor: ¿cadena de suministro corta integrada verticalmente?
En realidad lo que hacemos no es limitarnos al “comercio y transformación del cacao” sino promover realidades únicas que hasta ayer nadie conocía, debido a que también somos productores de cacao, también nos ponemos en el lugar de aquellos, él hace este trabajo entendiendo sus complejidades.
Somos productores y procesadores, podemos decir que todo lo trabajado con cacao de la finca de JuanRafael, Cuyancùa, es efectivamente un "Árbol a Barra/taza", además de trabajar constantemente con otras plantaciones, que hemos visto nacer y ahora crecer también gracias a nosotros. El trabajo en equipo con nuestros compatriotas es fundamental y nos gusta este aspecto al que le damos absoluta importancia.
Luego porque estamos orgullosos de ser mitad salvadoreños; porque hay muy poco cacao salvadoreño en el mundo, y queremos estar entre los que promueven su enorme calidad, y que respetan sus verdaderas características organolépticas, sin distorsionar sus aromas. Por eso todo lo que hacemos es "mínimamente procesado" y completamente rastreable, en realidad, no es "greenwashing". (Si necesitas más información siempre estamos disponibles, ed.).
En este viaje visitamos nuevamente nuestra plantación familiar, Cuyancùa, en la zona de Izalco, Finca Parras Lempa (Tlaloc) y Finca S. Fernando (Atehuàn). El avance que está logrando cada plantación es enorme. Cada una tiene su propio sistema de fermentación y secado del cacao.
Si nunca has estado en El Salvador, debes saber que es un país donde la gente es realmente muy especial, trabajan mucho y cuando trabajan, ¡lo hacen realmente dando lo mejor de sí!
El Salvador es famoso por exportar café, pero menos por cacao, de hecho, muy pocos lo identifican como un país productor de cacao. En el cuadro de la ICCO ni siquiera figura entre los países productores de “cacao fino de sabor”; de hecho, se produce poco cacao en comparación con los vecinos Guatemala y Honduras, pero esto no lo hace menos exótico o menos interesante.
El Salvador forma parte de la antigua Mesoamérica, y aún allí viven descendientes de los mayas, en la parte occidental del país, así como otras etnias indígenas que hicieron un uso importante del cacao (los lencas por ejemplo, que viven en la parte central).
Basta pensar que el puerto de Acajutla (de donde hoy parten nuestros contenedores llenos de sacos de cacao) fue ampliado por los españoles durante la invasión, para que el cacao pudiera exportarse a México, y luego a España. En 1600 era el tercer productor de cacao de la región mesoamericana.
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